El día viernes a las 10
de la noche era aburrida y sin sabor, me encontraba junto a mi mejor amigo Luis
en su casa, no teníamos muy claro que íbamos a hacer, por mi parte solo sé que
no quería dormir y desperdiciar la noche en soñar como siempre lo hacía los
días viernes, de pronto una idea surge y se la expongo a Luis, realmente quería
hacer algo así que le propongo comprar cervezas y volver a tomar, no había
bebido alcohol desde hace ya cuatro meses, para mi era un logro considerando
que antes de dejar de beber era un loco empedernido o algo por el estilo.
Tipo 11 de la noche
partimos con Teté (que es el sobrenombre con el que me dirijo a mi amigo), en
dirección a mi casa, en el camino llamamos a Pablo por teléfono para que este
llegara mi casa a compartir nuestra idea de compartir risas y alcohol, por lo
que logré escuchar el acepta, ya que Teté tenía el teléfono en su oído.
Mientras Pablo llegaba con Teté fuimos a comprar las cervezas, decidimos que
dos estarían bien, ya que Pablo debería comprar más si quería tomar, por lo
tanto pusimos mil pesos cada uno para concretar la transacción en la botillería,
en el momento que ya habíamos recibido nuestras heladas amigas con grados etílicos
suena el teléfono de mi bolsillo y en la pantalla de este mismo aparece fosforescente
el nombre de “Pablitow” que es como tengo registrado a mi amigo, le contesto y
Teté interrumpiendo lo auditivo de nuestra conversación me sugiere que le pregunte
a Pablo en cuanto tiempo más estará en mi casa, lo que Teté no sabía es que
Pablo estaba a unas cuadras de nosotros, por lo tanto le dije que en vez de
llegar a mi casa nos encontrara a las afueras de la botillería, Pablo me dice
que en cinco minutos estará ahí.
Mientras esperamos
vemos como frente a nosotros hay un grupo de “flaites” tomando vino en la
esquina, no nos miran pero con Tete sabemos que si seguimos más tiempo ahí nos
podrían hacer algo, quizás invitar a tomar como también nos podrían invitar a
pasarle nuestras pertenencias, pero es en ese momento cuando vemos a un real
Rafael Schumacher “pisteando” por los angostos pasajes
de mi homogénea comuna, a medida de que este conductor se acerca nos vamos
dando cuenta que es nada más ni nada menos que Pablo, quién con unas copas de
más venía bastante motivado para compartir risas y unos cuantos grados de
alcohol con bajos grados etílicos.
A las 3 de la mañana solo recuerdo que dormía
en el torso de Pablo y con las piernas encima del brazo de Teté.
Tienes estilo, pero aconsejo mejorar redacción
ResponderEliminarMe gusta la forma en que te expresas, pero quedaría mucho mejor si arreglaras algunos aspectos formales del texto... como lo que te ha planteado Fernanda, mejorar la redacción para que así la comprensión sea más fácil y la lectura amena.
ResponderEliminar¿Y los demás textos?
ResponderEliminar