Chile, el país donde los
impuestos en los libros sobrepasan la media en Latinoamérica, llegando a un 19%
de IVA, esto se debe a los procesos que implican poder publicar un libro y sus
costos, también debemos saber que Chile no es un país que exporte si no que
generalmente es importador de libros, por lo tanto podemos suponer que los
costos deben regularse de alguna forma para que los autores tengan ganancias. ¿Pero
cuánto afecta esto a que la lectura sea fomentada dentro y fuera de las aulas?,
¿La gente no está leyendo solo por los precios altos en los libros?, son
preguntas que debemos resolver junto con soluciones para fomentar la lectura y
que junto a esto sea placentera.
En este mes de Junio se realiza
la feria del libro infantil y juvenil, es acá donde se puede aprovechar para
comprar libros a un precio un poco más accesible, y solucionar algunos
problemas de costos fomentando de manera ingeniosa la lectura en jóvenes y
niños. Podemos encontrar en este lugar variados libros con ilustraciones para
atraer al público de la edad para la que está diseñada esta feria. Pero hay un
problema: Para entrar a la feria hay que pagar si se es mayor de edad, ¿insólito
o no?, es decir, un niño no va a entrar solo a este tipo de eventos si no es
incentivado por un adulto o acompañado por éste, más aún los adultos son
quienes están desencantados con la lectura y el
hecho de pagar por entrar a algún lugar relacionado con leer no es una propuesta por la que quieran ser
tentados. Pero, ¿Por qué este desencanto por la lectura?, quizás se debe a la
obligación constante durante la época escolar de leer libros poco llamativos,
sin ilustraciones o material gráfico y solamente literarios, o sea, también nos
podemos preguntar ¿Es necesario hacer de la lectura una actividad tan monótona?,
sabemos que no todos tienen una atracción por la literatura, y que los niños y jóvenes
leen muchas otras cosas durante el día, están obligados a leer por cuenta
propia, puede ser el diario, artículos de internet, noticias en las redes
sociales, etc. Y el fomento en este caso no va dirigido a los niños, si no que a los adultos que deben incentivar a la lectura de una forma
activa y no solo con literatura, puede ser con cualquier tipo de texto, “pongámosle
el texto encima al niño” es algo que ya no funciona.
No hay que obligar a los niños a
leer, hay que dejar que lean por su cuenta pero incentivándolos, mostrándoles los
textos como algo cercano, hacer una prueba de alguna noticia y no del libro
complementario, representar una obra de teatro de alguna escena de un libro que
les gustó, crear un final alternativo a un comic del que sean fanático, hacer
un comentario o ensayo sobre una noticia de twitter. ¿Quién dijo que la lectura
es solo textos literarios?
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