viernes, 6 de abril de 2012

Danieles

Daniel caminaba por plaza Italia de la mano de su madre, hoy martes el camina junto a otra fémina, ambos encapuchados y con un paso firme y dispuestos a derrotar a su gran enemigo "el capitalismo". Para Daniel el derrotar algo siempre fue objetivo desde pequeño, el enemigo fue su padre, su madre y las letargosas tardes junto a los abuelos y los modales en la mesa que al no cumplirse eran castigados con la hebilla de la correa de papá.

Los pasos acompañados de un jadeo mínimo y besos casuales entre Daniel y su novia, sus mentes se llenaban de recuerdos y cada vez eran más apresurados ante la represión notoria de los carros policiales y los corceles con soldados verdes. A veces recuerda también las conversaciones eternas sobre como cambiar el mundo con su mejor amigo, el como superar una sociedad centralizada, pero siempre terminaban hablando de amor y desventuras en sus vidas. Los ojos de Daniel en estas manifestaciones siempre se llenan de lagrimas, en realidad el no sabe si esto pasa por recordar tantas cosas o si es por que el gas lacrimógeno está en la atmósfera.

A Daniel le encanta correr, desde pequeño lo ha hecho como una forma de liberar tensiones, ahora corre por parque Bustamante, gritando al aire sobre lo que el encuentra injusto, con su mano húmeda por el contacto que ya parece ser infinito con la mano de su novia, y sus lagrimas que desaparecen con el pestañeo y vuelven a aparecer con cada grito orgulloso que nace de su garganta. Pero Daniel también se cansa, se cansa de correr y de nunca recibir premios o reconocimientos, de que en el país en el que vive no se preocupe de que el existe como alguien individual, de que la homogeneidad sea pan de cada día y de que sus tardes letargosas con los abuelos no tengan un que para contar.

Daniel al final del día está tras una reja junto a otros Danieles, junto a su novia que todavía sostiene su mano, mirando como los soldados de verde suponen que el es un criminal cuando verdaderamente el solo quiere ser escuchado y no visto como un cliente de lo que desea aprender, el no quiere escuchar nunca más el llanto de su madre impotente por las deudas, ni ver a su novia tras esa reja por el simple hecho de correr junto a el.

8 comentarios:

  1. Daniel, el texto se parece mucho al original, pero contextualizado a nuestra realidad. Formalmente, cumple con los objetivos que se plantearon. Pero en términos de contenido queda la sensación de que falta algo más, algo que quite la permanente sensación de estar rozando a cada instante el estereotipo. Más allá de esto, sin embargo, se entiende que los Danieles son una especie de grito de inconformidad e injusticia, una terrible existencia que solo puede explotar en la rebelión.

    Algunas cosas para mejorar (la idea es que lo corrijas):
    -plaza Italia: nombre propio con mayúscula.
    -el camina: pronombre lleva tilde.
    -su gran enemigo "el capitalismo": después de enemigo dos puntos.
    -Los pasos acompañados de un jadeo mínimo y besos casuales entre Daniel y su novia, sus mentes se llenaban de recuerdos y...: aquí falta un conector o algo así: Junto a los pasos...
    -lágrima: tilde.
    -soldados de verde: imagen repetida.

    Sigue así.

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  2. Fue dramático, si bien lo que cuentas es a lo mejor lo que sienten muchas personas, inclusive tú, hubo faltas de ortografía, pero considero que tu texto ha quedado interesante y mueve a reflexión.

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  3. Me encanto el texto, esta lleno de emoción pura. A mi parecer describiste súper bien el momento de ir corriendo, más el adorno con la forma literal que le diste al texto. Esos "corceles con soldados verdes" me llamo la atención que en vez de afear ese personaje lo embelleciste... muy bueno!

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  4. A pesar de que el texto lo contextualizas en una situación "X", evidentemente actual, creo que lo que se manifiestas en él, no es perteneciente a ese contexto, sino que, sus sentimientos y convicciones, se originan en una situación primordial...

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  5. El texto posee un buen ordenamiento de las ideas, obviamente, aludiendo a temas actuales. Me gustó mucho la mezcla prosa-poesía de este, pero por lo mismo, me hace dudar un poco a qué tipo de texto es (los del taller). Además, la literalidad de este, hace que el lector, obligadamente se transporte a las "imágenes" que tú describes. El único "pero" es que siento que las ideas están un poco apresuradas, quizás faltarían por ahí, algunas comas o recursos de puntuación. Buen texto.

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    1. En general, me parecen muy acertadas tus opiniones. Felicitaciones.

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  6. me gustó la historia, pero se podría escribir con más originalidad, me siento identificada en algunas partes. blero blero blero...

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